RECORDEMOS QUIÉN MANDA – Por: Sebastián Cáceres Mendoza 11°A
El voto, en política, se define como el medio a través del cual los ciudadanos elijen a sus gobernantes y representantes; así mismo el sufragio debe darse de forma universal, libre, igual, directo y secreto para ser considerado democrático.
No obstante, en Colombia existe una grave problemática pues en esta nación, que proclama ser democrática, más del 50% de los ciudadanos habilitados para votar en las elecciones, no participan en ellas, lo que sin dudas nos lleva a cuestionar el carácter democrático del país, pero más aún, a cuestionarnos por qué las personas no votan.
El primer motivo a considerar es el desconocimiento en relación a los candidatos de las elecciones y las propuestas de los mismos por parte de algunos ciudadanos, por lo que en vista de que no saben por quién votar, las personas simplemente opten por no hacerlo.
Otra postura, tan común como errónea, es la de aquellos que usan como excusa para no ir a votar la idea de que no importa que hagan o por quien voten pues “siempre seguirán los mismos corruptos”, este pensamiento es sumamente hipócrita y, de la mano con el de no ir a votar por que “no quiero hacerlo” o “me da pereza”, el que mayormente perjudica al país, pues el problema aquí es que las personas no son conscientes ni de la importancia ni del poder de su voto, que es necesario para forjar una verdadera democracia y que, a su vez, es la herramienta para cambiar la situación del país y expresar nuestra inconformidad con los malos mandatarios para elegir unos nuevos, mejores.
Podemos decir que, a fin de cuentas, toda esta problemática es consecuencia de otra aún más grave que azota al país: la ignorancia, que ya sea porque las personas no saben a quién elegir o, aún peor, porque han olvidado que son ellos los que tienen más poder con su voto que aquellos a los que designan, hace que tengamos nada más que una democracia aparente.
