Hola a todos hoy les vengo a contar mi historia en la pandemia. Todo empezó en marzo del año pasado cuando empezaron a subir los contagios en otros países. De un momento a otro tuvimos nuestro primer contagio en el país; más de uno se preguntaban a cuantos habrá contagiado, y desde ahí empezó nuestra pesadilla. Yo tenía planeado viajar ese viernes de esa semana pues no se pudo porque justo ya se había declarado la cuarentena obligatoria. En mi anterior colegio nos mandaron a vacaciones por 15 días mientras ellos solucionaban lo de las clases.
Al principio era muy deprimente para mí, porque a me gustaba mucho el deporte, las actividades, era muy activa. Trataba de inventarme cosas para mantenerme activa, por ejemplo como no podía ir a jugar ping pong me cree mi propio ping pong con la mesa del comedor, también jugar juegos de mesa. Al principio de las clases virtuales era un poco difícil porque me encontraba desubicada con lo que debía hacer también para los links de clases era un poco confuso, después me fui adaptando a las clases virtuales ya tenía más claro de cómo funcionaba cada cosa.
Como estaban aumentando más los casos, procuramos mejorar nuestros protocolos de bio-seguridad al llegar de aglomeraciones de gente, nos teníamos bañar, utilizábamos solo un par de zapatos para salir cuando llegamos a la casa, se dejaban los zapatos en una caja que después se desinfectaban, también la desinfección de la ropa, al salir de la casa usar el tapabocas y guantes.
Con todo de las reuniones virtuales mi profesor de baloncesto intento hacer clases virtuales, al principio no le fue tan bien porque él también estuvo desubicado, después los papás de mis compañeros le explicaron y le ayudaron para realizar las reuniones por zoom.
También fue muy difícil no poder ver a mis amigos, además, mis abuelos viviendo en el mismo edificio no los podía visitar, mi familia para los cumpleaños no hacíamos reuniones ni fiestas los celebrábamos virtualmente.
Lo más desgarrador de toda la historia fue que no me pude despedir de mi abuelo antes de fallecer, no murió de covid-19, estaba enfermo de Alzheimer pero por complicaciones murió de neumonía, no le hicimos funeral porque lo trataron como paciente con covid-19, entonces lo cremaron de inmediato. Después de su muerte fue un poco deprimente para mi abuela porque además de estar encerrada en la casa más la muerte de su esposo fue muy difícil para ella.
Algo que siempre me dijo mi papá fue que algún día tendremos que aprender a vivir con esta enfermedad, como nuestros antepasados sobrevivieron a grandes epidemias y graves enfermedades como lo fue con la gripa española, el dengue, la malaria, etc. A lo que me refiero es que por ahora debemos cuidarnos, cumpliendo todas las normas de bio-seguridad y así proteger a los nuestros.
Para terminar mi profesor de baloncesto pudo empezar a volver dar clases presenciales y pronto espero que podamos volver al colegio y así poco a poco, vamos recobrando un poco de normalidad de nuevo en nuestras vidas.