Las redes sociales representan un fenómeno que se expandió velozmente por todo el mundo gracias a las TIC (tecnologías de la información y comunicación). Las redes sociales, específicamente las desarrolladas con el auge de internet y los espacios virtuales, son un medio de comunicación masivo que permite no solo relacionarnos en un espacio virtual, sino también trabajar, compartir emociones, pensamientos, negocios, ideas, entre muchas otras posibilidades. Su diferencia de las relaciones sociales que se dan en el mundo real es que estas difieren en cuanto al anonimato, ya que una persona puede suplantar identidades o mostrarse como una persona con diferentes características a las que posee en el mundo real, además que la comunicación no está limitada por la temporalidad debido a que un mensaje puede ser contestado en distintos momentos y lugares cerrando la brecha que antes existía por las grandes distancias y la dificultad que esto representaba para la comunicación, haciendo que las cartas se demoraran considerablemente en llegar al receptor. Por otra parte, las redes sociales son gratis ya que para para tener accesos a ellas solo basta internet y un dispositivo que permita descargar las aplicaciones o abrir las páginas web correspondientes.
El sector político usa las redes sociales como medio de difusión de ideas y de manipulación emocional masiva, así atrayendo más adeptos.
Estas ventajas de los medios sociales han hecho que el sector político se enfoque en ellas, llevando a que usen este medio como plataforma de transmisión de sus ideas y de manipulación emocional masiva con el fin de atraer más adeptos. Esto le permite llevar a cabo una gran difusión de las posiciones relacionadas con sus programas de gobiernos y una masiva interacción con la ciudadanía, haciéndolo un método muy efectivo para ganar popularidad, siendo crucial, por ejemplo, como lo fue el caso de las elecciones.
Los avances de la tecnología les han permitido a los políticos “digitalizar” la plaza pública, ya que, por medio de transmisiones en vivo en medios como Facebook, Instagram, Tik Tok o Twitter tienen la posibilidad de tener un público grande y variado, además de que aquellos videos quedan grabados, permitiendo que el discurso tenga tanto un medio sincrónico como asincrónico, llevando a que tenga un gran alcance. Por ejemplo, el candidato de la Liga de Gobernadores Anticorrupción prefirió dirigirse a los suyos a través de una transmisión en vivo mediante las diferentes redes sociales, mecanismo por donde también articuló toda su campaña electoral, especialmente en Tik Tok.
También encontramos a la propaganda “emocional”, haciendo que los mismos políticos se vuelvan “influencers” en las redes. Ya que utilizan diferentes medios para hacer un contacto sin el toque político, si no más “amigable” y con un fin hacia el entretenimiento. Un caso de ello es Gustavo Petro y su cuenta de Tik Tok, en la cual utilizó muchos memes para hacer propaganda de su candidatura a la Presidencia, llegando a conectar más con las juventudes que fueron los principales partidarios del exalcalde por las propuestas más afines con sus ideales.
Otras técnicas son más respecto a la imagen de las mismas cuentas de las redes sociales de los políticos, usando bots y propagandas para atraer la atención de las personas, y que el mismo algoritmo los recomienden más y les hagan propaganda gratis. Es una herramienta utilizada por muchos famosos, entre ellos políticos como Uribe, Petro, Duque, etc. Los cuales “inflan” su cuenta para transmitir un mensaje indirecto de poder y confianza.
El problema de todo esto es la influencia que tienen, porque una persona del común no genera un gran impacto al hacer un post. No obstante, los políticos al pronunciarse influyen en el actuar de las personas. Ejemplo de ello fue la polémica de la venta de votos, relacionado con Petro, en el cual se pronunciaba en contra de la compra de votos con un toque humorístico, al decir que si hacían dicho acto, fueran los del Pacto Histórico, pero esto puede verse como una incitación a cometer tal delito.
En lo que fueron estas elecciones presidenciales, que fueron disputadas por Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, las redes sociales demostraron ser las grandes protagonistas, los dos candidatos buscando de todas las maneras, incluyendo la guerra sucia, para ganar apoyo y conseguir el puesto presidencial, con contenidos sin control, bots y bodegas (aunque no siempre con su permiso), catapultarse aún más en TikTok, Instagram, Facebook y Twitter, especialmente con el fin de acercarse a los nativos digitales habilitados para sufragar, en una contienda en la que las propuestas le importaron poco a un electorado más emocional; lo que permite concluir que el internet y las redes sociales han pasado a formar una parte relevante de la política y del proceso electoral, influyendo en su desarrollo y resultados.
