Todos hemos oído hablar sobre la peste negra, una pandemia que en 1346 se expandió por toda Europa, norte de África y una parte de Asia. A parte de sembrar muerte y terror, causo mucho sufrimiento implicando un cambio en la sociedad. Esta acabó con un tercio de la población de Europa y se repitió sucesivamente hasta 1490, llegando a matar aproximadamente unos 200 millones de personas.
Los síntomas de esta varían, los bubones o ganglios linfáticos inflamados, estos pueden llegar a ser del tamaño del huevo de una gallina, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y dolor en el cuerpo. La enfermedad también puede afectar a los pulmones y causar tos, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
La peste se transmite entre los animales y los humanos por la picadura de pulgas infectadas, contacto directo con tejidos infectados o inhalación de gotículas respiratorias infectadas
Al principio la peste provocó un gran caos en la población, afectando a todos independientemente de su edad o rango social, gracias a esto hubo diferentes reacciones, unos se entregaron a Dios al pensar que esta era un castigo por el mal comportamiento de la humanidad y muchos otros huían, sin embargo, siendo la pulga portadora de la enfermedad que solo las ratas tenían, esta se siguió propagando rápidamente. Varios años después se descubrió que la verdadera causa de la enfermedad se debía a las mencionadas ratas, las cuales convivían diariamente con los habitantes pues, las condiciones higiénicas de los ciudadanos no eran las mejores. Después de esto las ciudades se limpiaron y se extermino la plaga de ratas y consigo la enfermedad. Aunque actualmente siga existiendo la enfermedad en lugares donde hay muy poca higiene, se puede tratar con medicamentos y muy poca, casi nadie se muere de esta.
Bibliografía: