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La guerra de Siria: una lección para el mundo – María Juliana Sierra Carreño 8°C

Desde mi punto de vista, la guerra de Siria ha sido uno de los acontecimientos más devastadores a los que se ha enfrentado la población, en la que aumentan los factores que afectan negativamente al medio ambiente y a la sociedad.
Esta situación fue causada por la corrupción del régimen de los Al-Ásad, una familia que se ha mantenido por muchos años. En su gobierno se favorece el autoritarismo, la desigualdad social y económica, la censura y la represión. Todo aquello provocó que la sociedad iniciara protestas, y con ayuda de otros países, (Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita, Francia y Reino Unido) la aparición de conflictos armados.
Estos momentos de violencia hicieron que más de 13 millones de sirios abandonaran sus hogares, y que algunos de ellos se refugiaran en otros países; del mismo modo, hizo que las familias fuesen separadas. Además, la población se enfrentó a la imposibilidad de obtener agua potable, debido a las altas contaminaciones.
Por otro lado, la economía siria que antes del conflicto tenía un crecimiento moderado basado en la agricultura, el comercio y el petróleo, ha colapsado por completo. Grandes cantidades de infraestructuras quedaron arruinadas, incluyendo hospitales, escuelas, fábricas y carreteras. Muchas personas quedaron desempleadas debido a la inseguridad que se transmitía alrededor.
Una de las grandes consecuencias de esta guerra ha sido el daño del medio ambiente. Ha habido gran contaminación en el suelo, el aire y el agua por los bombardeos, las armas químicas y la destrucción de fábricas. La devastación de infraestructuras afectó ríos, cultivos y zonas naturales.
Actualmente, la intensidad del conflicto ha disminuido, pero Siria sigue sin alcanzar la paz. El gobierno de Bashar al-Ásad sigue controlando a gran parte del país por medio del apoyo de Rusia e Irán. A pesar de esto, persisten enfrentamientos, insurgencias y ataques terroristas.
En conclusión, la guerra de Siria nos enseña que los conflictos no solo destruyen infraestructuras, sino que también afectan la vida de las personas, causan enormes daños en la continuidad de su vida. Siempre es mejor tratar de resolver nuestros conflictos de forma pacífica y mediante acciones sencillas, para evitar problemas tan graves.