Las redes sociales son de los medios de entretenimiento más importantes del mundo, en los últimos años se han ido popularizando cada vez debido a su fácil acceso y simple uso, esto en mayor medida en las poblaciones más jóvenes ya que a partir de allí pueden descubrir la inmensidad del mundo; permitiendo la comunicación con personas que están en cualquier parte del mundo, facilitando el sentimiento de conexión y aumentando el sentimiento de bienestar social online. Esta conexión en línea puede facilitar también el bienestar en el mundo real. No por nada algunos datos recientes apuntan a 2 mil millones de usuarios en el mundo entero. Ciertamente, las redes sociales y su uso es una cuestión que cada vez va teniendo mayor relevancia. Como resultado a investigaciones realizadas en Estados Unidos se ha observado un uso intensivo de éstas. Al menos entre los jóvenes, se ha evidenciado que, entre los adolescentes estadounidenses, el 45% declara estar casi constantemente en línea.
Sin lugar a duda son el recurso más eficiente a la hora de enterarse de lo que sucede a nivel global (ya sea hablando de política, cultura, cuestiones sociales, etc.) Por una parte esto es algo muy beneficioso pues las nuevas generaciones tienen facilidades tales como: ampliar su conexión y comprensión del mundo, esto implica llenar su mente con diversas opiniones, fuentes e ideas; ayudan también a desarrollar habilidades de comunicación e interpersonales, fomentan la creatividad, favorecen el bienestar emocional y mental, entre muchas otras virtudes que traen estas consigo, no sólo todo lo anterior incluso significan un modo de definir o de reafirmar la identidad de cada uno. No obstante, como decíamos, el aumento en la monitorización y la comprobación constante puede desencadenar síntomas relacionados con trastornos psicológicos en algunas personas. Riesgos e Impacto Psicológico: Siguiendo con la idea anterior es posible que, debido al uso excesivo o problemático, es probable que se desarrollen síntomas psicológicos debido a la intensidad en su utilización. En una pequeña población de personas logra provocar comportamientos similares a los que se dan en la adicción.
Esto es, una preocupación excesiva asociada a las redes sociales, dirigida por una motivación imperiosa de entrar o utilizar las redes, llegando a afectar a la vida social, la actividad educativa, laboral, personal y/o el bienestar psicológico. Debido a este tipo de comportamientos, el uso problemático de las redes está asociado a menor satisfacción vital y una menor calidad de vida. Asimismo, la búsqueda de estatus digital (invertir un esfuerzo significativo en la búsqueda de la aprobación de otras personas en las redes y en la afirmación de que se tiene un estatus superior) está también asociada a mayor nivel de uso de drogas y conductas sexuales peligrosas. También resta valor a la comunicación cara a cara, el enfrentar las relaciones, reduce la inversión en actividades significativas, aumenta el comportamiento sedentario fomentando más tiempo frente a la pantalla, liderando esta adicción al Internet, ya mencionada, y erosionando la autoestima a través de comparaciones sociales desfavorables.
El uso excesivo de las redes sociales alimenta, como vemos, los problemas de salud mental. Sobre todo, ciertas investigaciones ponen el énfasis en algunos aspectos negativos que van desde la depresión, la falta de privacidad, el acoso online o el cyberbullying pasando por el estrés, la fatiga o ansiedad. Ansiedad, depresión y estrés como efectos psicológicos: Continuando con los efectos que traen las redes sociales consigo, encontramos que se asocia con la ansiedad. El 45% de los adultos en Gran Bretaña tienen sentimiento de intranquilidad y sensación de inquietud cuando no pueden tener acceso a sus redes sociales.
Esta ansiedad también se da en las generaciones más jóvenes, dando lugar en ocasiones a la sensación de que el móvil está vibrando cuando realmente no lo está haciendo. Una vez se inicia a hacer uso de las redes, es complicado parar esto al ser los comentarios y además likes, un estímulo al gozar de estas. Además, la existencia de aplicaciones como Instagram, donde las personas muestran una versión idealizada de su vida, generan un cuadro comparativo indirecto con el público al cual se relaciona. Dónde se siente en necesidad de asociar su «deprimente» vida con la versión “perfecta” que ha visto de la vida de la otra persona, recayendo así en un estado de permanente insuficiencia, en el que sin importar que tan bien nos sintamos sabremos que alguien está haciendo las cosas mejor que nosotros. Derivando en la sensación de soledad al creer que nada de lo que podamos representar va a lograr acercarse a tal deseo de perfección.
Cuando se sube una imagen o un post, es cuando también aparece la preocupación o inquietud por los likes y los comentarios. Esto genera una necesidad de comprobar y de estar pendiente de lo que sucede en dichas redes. Del mismo modo, algunos estudios indican que la utilización excesiva puede incrementar la ansiedad y acabar derivando en depresión.
De hecho, se ha observado que hay una asociación entre el tiempo de uso de Facebook y la depresión en adolescentes, así como también se ha encontrado que los estudiantes de universidad que utilizan Facebook de forma intensiva refieren una mayor sensación de soledad. Es más, en los últimos tiempos ha aparecido información que va en esa línea respecto al efecto que tienen apps como Instagram. Recientemente ha salido a la luz información interna de Facebook que corrobora el impacto negativo que tiene Instagram sobre la autoestima de los adolescentes (explicado anteriormente).
Para sintetizar lo anterior podemos decir que los problemas y el impacto psicológico negativo de las redes sociales está dado por una necesidad constante de estar en la red (esto debido a la necesidad de saber que sucede en la vida de los demás y ser rechazada si no se está al tanto de aquello que se puso en moda), y este permanente uso de esta herramienta desencadena la adicción que a su vez genera una dependencia en el joven que si no recibe aquello que espera a través de este medio va a sentir un rechazo por parte de su círculo social, además de ya tener sobre él la constante comparativa de su vida con la de otros que sí es perfecta.
Finalmente, las redes sociales son un medio muy útil y eficiente, pero quizás estemos realizando un uso problemático al pasar tanto tiempo junto a ellas
