Desde el comienzo de la pandemia en comienzos del 2020, la humanidad se ha visto fuertemente afectada en muchos aspectos que se consideraban cotidianos, el trabajo, la economía, el turismo, los diferentes medios de transporte, la salud, todos estos aspectos se han visto golpeados en la pandemia, tanto por el fuerte retroceso económico que se dio en todo el mundo, como por la gigante cantidad de muertes y contagios que trajo consigo el Covid-19, no obstante, a pesar de todos estos serios inconvenientes que afrontamos, de toda esta situación, surgió una buena noticia, que es gracias a la gran reducción de la actividad humana, la biodiversidad en el planeta ha resurgido, las aguas y el aire han visto reducida sus contaminación y en general el medio ambiente ha sufrido un descanso considerable en comparación a los tiempos normales sin pandemia.
Una de las muestras que nos muestra esta recuperación de la naturaleza en este último año, es la aparición de animales en zonas que usualmente son transitadas por humanas, por ejemplo en costas de ciudades costeros, generalmente dedicadas al turismo y al flujo constante de barcos de todo tipo, han visto totalmente detenidas estas actividades, por lo que estos lugares están desiertos, permitiendo que mucha vida marina vuelva a habitar estas zonas, por ejemplo en la zona de Santa Marta, se han visto delfines, y otros tipos de peces, que ya no eran habituales en estas aguas, otro ejemplo, es la aparición de vida silvestre, como mapaches, pájaros de distintas especies, zarigüeyas, en las zonas más externas de ciudades como Bogotá, donde la alta ocupación de los humanas han llevado a estos animales a refugiarse a lo profundo de la sabana y bosques cercanos, pero con la falta de actividad, estos han vuelto han ser vistos más cerca de las zonas humanas, otros ejemplos fuera de nuestro país, son por ejemplo la aparición de osos Grizzlies en pueblos y ciudades pequeñas de Canadá y Estados Unidos, donde estos no se habían visto en años por haber sido retirados a los profundos bosques de estos países.
Además, el agua ha sido también muy ayudada en estos meses, ya que el enorme abanico de actividades humanas que suelen afectar seriamente este recurso se han visto parcial o totalmente detenidas, por ejemplo la industria de juguetes, accesorios y de ropa, la cual consume y contamina cantidades gigantescas de agua, se ha detenido en muchos países, también las actividades de minería y explotación de recursos fósiles, se ha reducido notoriamente, además, la reducción de botes en el mar, ha logrado que el agua no sea contaminada tanto como antes.
Aparte, también el aire se ha visto beneficiado con esta situación, los datos hablan por si solos, China, el pais más contaminante del mundo y que genera la mayor cantidad de CO2 en el mundo, ha visto reducido su emisión de CO2, en un 25%, lo cual representa un 6% de reducción en las emisiones mundiales de CO2, principalmente esta reducción se ha debido a la completa falta de actividad área tanto comercial como de pasajeros, lo cual genero una gran reducción en emisiones de gases contaminantes, junto con la gran reducción de actividad de transporte, tanto de autos como de trenes, ferris, y otros medios de transporte, conjunto con la reducción de la industria generadora de contaminantes del aire, todo esto ha contribuido a una mejoría en la calidad del aire en todo el mundo, con la reducción de actividades de tala de árboles, se suma que los bosques han mantenido su población lo cual ha permitido una mayor recuperación del aire, gracias al proceso natural de intercambio gaseoso de estos que permiten la conversión de CO2 en oxígeno
No obstante, si bien todo lo dicho anteriormente, ha sido beneficiosos para el ambiente, y ha permitido a la naturaleza tomar un respiro de la constante explotación humana, se teme que después de la pandemia, lo cual se espera que no tome más de un año, exista un efecto rebote que revierta esta pequeña mejoría en la naturaleza, ya que como sabemos, el uso de tapabocas y de sustancias como alcohol, sumado a la gran cantidad de plástico y de otros materiales que son producidos en los hospitales, producto del gran aumento de pacientes por la pandemia, que pueden ascender a miles, sumado a que un porcentaje de estos son graves, genera inevitablemente una gran cantidad de desechos, aparte de la ropa y medidas de seguridad tomadas por médicos y personad del común, todos estos nuevos desechos que se generan en gran cantidad se teme que lleguen al agua, o a los mares, ya que es casi seguro que esa será la situación, esto puede llevar a que las condiciones hídricas del planeta, sean aún peores a como estaban antes.
La misma situación podría ocurrir con el aire, la reducción de actividad industrial, comercial y económica, se busque hacer una recuperación de estos sectores, llevando a una sobreproducción que lleve a la producción de contaminantes y químicos, a niveles aún superiores de lo normal, estos efectos adversos se espera que no sean tan fuertes como se estima, pero existe una posibilidad de que las fábricas, para recuperarse de sus pérdidas, decidan aumentar estas emisiones y que reviertan lo conseguido durante los tiempos de cuarentena.
En este sentido, la pandemia ha traído un considerable descanso a todo el medio ambiente del constante agobio al que la actividad humana lo tiene acostumbrado en las últimas décadas, no obstante, se teme que esta ayuda y descanso que le hemos dado a la naturaleza, pueda ser revertida y se llegue incluso a empeorar con respecto a las condiciones que se tenían antes de la pandemia, tendremos que esperar que la humanidad no haga un asalto ambiental, y se puedan mantener estos niveles más bajos de contaminación consiguiendo al mismo tiempo una recuperación económica positiva.
