En Santander, principalmente en su capital Bucaramanga, hay múltiples platos típicos, entre ellos el cabro. El cual es consumido desde la llegada de los españoles, pues fue uno de los animales que trajeron en sus barcos y desde entonces aquí en Santander a sido bastante consumido y un poco modificado, convirtiéndose así en un plato típico de la región.
El cabro un animal que fue traído por los españoles a América, con el paso del tiempo esta especie se empezó a acomodar a las montañas y tierras áridas de Santander, tornándose estas en uno de sus entornos perfectos, pues este animal vive en las laderas de las montañas, lugares muy secos, por ejemplo, el Cañón de Chicamocha donde se cultiva una planta llamada “Organillo”, la cual estos animales van consumiendo desde que nacen, para adobarse ellos mismos.
A la hora de preparar este plato influye mucho la dieta que tenía el animal y la forma en que se sacrifica, la mayor parte de la comida que consumen los cabros es materia seca, o sea el heno, también suelen consumir cereales y en algunos lugares les suelen dar organillo. Aquí en Santander horas antes de prepararlo se adoba con laurel, cebolla, ajo, tomillo, sal, cerveza y se le agrega mucho achiote, este es una semilla que nuestros antepasados utilizaban para pintar, y actualmente se usa para dar color, esta fue una de las modificaciones que le hicimos los santandereanos, luego se cocina a fuego lento y por último se sella a la parrilla.
Después de haber consultado toda esta información he podido conocer un poco más sobre esta increíble cultura de Santander, conociendo así el origen, la preparación y algunos datos interesantes de este delicioso plato típico Santandereano
