Es relevante empezar este escrito subrayando el origen del arte y la cultura en Colombia, que reside en el sincretismo cultural propio de la región latinoamericana nativa y la influencia colonizadora y europea presente en la ola de conquista y la posterior influencia norteamericana en esta.
Luego del descubrimiento de América, Colombia siguió un proceso de mestizaje cultural entre los nativos y la cultura occidental, que dio paso a una mezcla de tradiciones y una conjunción de conocimientos que agruparon a la identidad cultural que conocemos actualmente. Después de aquella larga agonía de la Expedición Botánica y los posteriores años primarios en la independencia de Colombia, los artistas de la época adoptaron la tradición artística colonial y occidental del siglo, dedicándose a realizar encargos a familias de renombre que exigían un arte tradicional basado en la influencia religiosa y un concepto estético conservador. Por lo anterior, la lejanía geográfica de las batallas y la indiferencia social, los artistas de este momento histórico no dejaron registrado de manera plástica alguna evidencia que pudiera representar el punto de vista acerca del proceso que estaba atravesando el país. Sin embargo, este arte occidental sincretizado con la cultura propia latinoamericana logró registrar los cambios sociales Republicanos, dando un open-view sobre el cambio de vestuario y la vida de la alta sociedad, que era mostrado plano y decadente, convirtiendo el arte en lineal y sin detalles.
Alrededor de 1830 se vuelve necesario que el arte empiece a representar la realidad histórica de la independencia, como forma de reafirmar la nueva identidad libre del dominio de España, dándole un trasfondo político y social al movimiento artístico del siglo. A partir de este momento, los artistas se vieron frente a la tarea de representar y recopilar la independencia en sí misma y su carácter bélico, alejándose a lo tradicional religioso y la estética conservadora, pero adoptándola a la hora de referenciar paisajes.
Durante esta época, también marcaron fuertemente los retratos que empezaron a definir el nuevo estilo artístico que reflejaría la situación de libertad social y el sentimiento popular por el que el país atravesaba. Aunque se retomaron los retratos, esta vez reflejaban héroes independentistas y no de nobles españoles, reuniendo elementos como el cambio del vestuario, que busca hacer ver a los retratados llenos de fortaleza y poder. Además, elementos como la representación de negros e indígenas junto a la aparición de mujeres representadas en escenas bélicas constituyen un aporte a la ampliación social de pensamiento y el cambio cultural del país de la época.
Finalmente, el arte colombiano, después de atravesar reformas que terminaron reflejando la realidad del país, nos ayuda a comprender actualmente el sentimiento popular que se sincretiza con diversos estilos e influencias sociales para mostrar la realidad de la riqueza cultural colombiana, que converge en grupos sociales y periodos históricos.
BIBLIOGRAFÍA;
www.academia.edu www.radionacional.co
www.coimpulsarte.com
www.vanguardia.com
