El 7 de agosto de 1819 aconteció el histórico y anhelado logro de la independencia, en busca de proclamarse autónomos con la finalidad de reivindicar la cultura, costumbres y la libertad del hombre dentro de una sociedad como un ciudadano partícipe de las decisiones para escapar de la desigualdad a la que había sido sometido, tomando de modelo a seguir la independencia de los Estados Unidos de América, la Revolución francesa y las ideas propuestas por la ilustración.
Después haber indagado de manera concienzuda con lo que respecta a este tema, es posible dilucidar algunos aspectos que hoy en día reflejan una realidad “contraria”. Habiendo seguido el hilo conductor de la historia con el paso de los años es admisible contemplar cómo se ha difundido una verdad incompleta y discrepante a la sociedad actual, al observar por ejemplo la cultura y las costumbres lo cual se demuestra con la apropiación de festividades y figuras tales como; Halloween, San Valentín, Black Friday, el día de muertos, y la manera americanizada en que se celebra la navidad. Si se analiza también el ámbito político es perceptible la falta de soberanía por parte del Estado colombiano, la influencia y poderío directo de diversos países en las decisiones tomadas por los gobiernos de turno, los cuales han sido distinguidos por complacer los intereses del exterior, al apegarse a las estrategias y opiniones sugeridas por las distintas naciones debidas a la falta de sentido de pertenencia lo cual afecta de forma directa a la sociedad colombiana, por lo tanto, no se vela por tomar las mejores decisiones para el país, sino las más convenientes para las variadas repúblicas. así por ejemplo el caso de la independencia de Panamá, el cual fue influenciado de modo directo por los Estados Unidos “Cuando el texto del tratado fue conocido en Panamá y Bogotá suscitó una ola de indignación perfectamente justificada porque atentaba contra la soberanía colombiana. A pesar de las presiones y chantajes a que fue sometido, en agosto de 1903 el Senado colombiano rechazó en pleno el tratado (…) Cuando la noticia se conoció en los Estados Unidos, desde allí se puso en marcha el Plan B, que consistía en organizar una conspiración para «independizar» al Departamento de Panamá y convertirlo en un protectorado dependiente de Washington. (…) Así mismo, el gobierno de los Estados Unidos violó el derecho internacional en otros terrenos, al ordenar la intervención abierta de los funcionarios de la compañía del ferrocarril y de sus diplomáticos en la organización del complot, prohibiendo el uso del ferrocarril a las tropas colombianas e interrumpiendo las comunicaciones con Bogotá cortando el cable submarino de Buenaventura.” (Renán Vega Cantor. (octubre 27, 2003). Teodoro Roosevelt. Wall Street y la “independencia” de Panamá. Revista Semana) “Con Panamá en manos estadounidenses se llegó al tratado Urrutia-Thompson. La exigencia de Colombia consistió en la inclusión de una frase que consagrara el pesar que debería sentir Estados Unidos por haberse llevado el canal y haber maniobrado la separación. Hubo una indemnización al país por veinticinco millones de dólares. Ese fue el precio que Estados Unidos le pagó a Colombia por Panamá y por el canal.” (Gabriel Romero Campos. (27 de octubre, 2003). Por qué se separó Panamá. Revista El Tiempo) en pocas palabras el país de Colombia perdió su soberanía sobre el departamento de Panamá y sucumbió ante la presión al satisfacer los intereses de EE. UU.
Entonces, es acertado concluir que el logro de la independencia se encuentra inundado de inconsistencias con hechos suficientes que hablan por sí solos los cuales ponen en tela de juicio la realidad de Colombia a lo largo de la historia.
Bibliografía
Renán Vega Cantor. (octubre 27, 2003). Teodoro Roosevelt. Wall Street y la “independencia” de Panamá. 15 de Agosto, 2019, de Revista Semana Sitio web: https://www.semana.com/especiales/articulo/teodoro-roosevelt-wall-street-independencia-panama/61486-3
